El Dragón de Komodo: el Gigante Misterioso de Indonesia.

El lagarto más grande del mundo. ¿Quién no ha soñado alguna vez en observar al último dragón de la tierra? 

Cientos de leyendas habitan sobre él, y no es de extrañar, que por su parecido cercano al imaginario de los dinosaurios o a los dragones de los libros, hagan de esta asombrosa criatura un auténtico misterio.  

El Varanus Komodoensis popularmente conocido como el dragón de Komodo, se encuentra en las islas de Komodo, Rinca, Flores y Gili, en Indonesia. Considerado como la especie de lagarto más grande del mundo, ha cautivado tanto a científicos como a entusiastas naturalistas que visitan Indonesia. 

Una apariencia intimidante 

Su imponente físico lo dota de una piel rugosa y escamosa, con garras y dientes afilados. Pueden llegar hasta 3 m de longitud y pesar 70 kg Son extremadamente rápidos y ágiles.  

Estos reptiles pueden vivir hasta 30 años en la naturaleza, y su longevidad, combinada con su posición en la cima de la cadena alimenticia, les dota de un papel crucial en el ecosistema.  

Cazadores pacientes 

Los dragones de Komodo son carnívoros y se alimentan de pequeños mamíferos y aves. Son formidables cazadores, además de sigilosos y pacientes. Esperan a sus presas y se camuflan aprovechando su piel y van acercándose con movimientos lentos y cuidadosos. Utilizan la lengua bífida para detectar olores y rastrear a sus presas.  

Mordedura letal 

La mordedura de los dragones de Komodo resulta potencialmente mortal para sus presas, debido a la presencia de múltiples bacterias en sus bocas y de unas glándulas venenosas.  

Reproducción asombrosa 

Existen dos tipos de reproducción en la vida de los dragones de Komodo. Por un lado, las hembras pueden reproducirse sin la necesidad de un macho, siguiendo el proceso de la partenogénesis. En este proceso, la hembra es capaz de producir huevos viables, dando lugar a nuevos individuos. Estas crías resultantes serán genéticamente idénticas a la madre. Sin embargo, este tipo de reproducción solo produce crías macho. Por otro lado, para obtener crías hembras, es necesaria la fecundación. 

El dragón de Komodo, está clasificado como una especie vulnerable en la Lista Roja de la UICN. Se enfrenta a una pérdida de hábitat debido a la desforestación y a la caza furtiva. La conservación y protección de su hábitat son medidas esenciales para garantizar su legado en el mundo natural.