Guardianes del desierto de Marruecos, los Bereberes.
En el vasto y árido desierto del Sáhara, los bereberes, tras sus prendas azules, han forjado una identidad única a lo largo de los siglos.
Conocidos como Amazighs, estos habitantes del norte de África se han adaptado al paso del tiempo y a las inclemencias del tiempo en el desierto, preservando su rica herencia cultural entre dunas y oasis.
Los Bereberes también han tejido su rica historia a lo largo de los siglos en las tierras del Magreb, en el norte de África, desde los confines del Sáhara hasta las montañas del Atlas, abarcando territorios de Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y zonas de Mauritania.
Se desconocen los orígenes exactos de los bereberes, pero su presencia ya cautivó a los antiguos egipcios que nombraban en sus textos a los pueblos de Libia, que podrían haber sido los ancestros Bereberes. Estos pueblos, al igual que los bereberes, se organizaban en grupos, se dedicaban a la agricultura y al pastoreo en las tierras del norte de África.
En el siglo VII, con la expansión del islam, muchas tribus Bereberes participaron activamente en la conquista del norte de África y la península Ibérica y se convirtieron al Islam. A lo largo de los siglos XI y XII, los Almorávides y los Almohades, de origen berebere, establecieron poderosos imperios desde Marruecos, hasta la península ibérica, dejando un legado arquitectónico y cultural que perdura hasta nuestros días.
A lo largo de los siglos han ido resistiendo a conquistas y cambios en cada región. A pesar de las influencias exteriores, han mantenido su identidad cultural y una lengua propia, el tamazight.
La vida de los bereberes está íntimamente ligada al desierto marroquí y a su clima implacable. Muchas de las comunidades bereberes, con el paso del tiempo, se han establecido en oasis y en las montañas, cultivan dátiles, determinadas grutas, aceitunas, rosas y alfalfa. Para poder desarrollar la agricultura, han tenido que diseñar sistemas de riego por zanjas, auténtica ingeniería agrícola innovadora.
La rica cultura bereber se expresa a través de la música, danza, artesanía y transmisión oral de cuentos y narrativas tradicionales. En la música bereber se incluyen instrumentos tradicionales como la gaita y el bendir y refleja la profunda conexión del pueblo con la naturaleza, el desierto y la espiritualidad.
La ropa característica y tintada de color azul refleja su rica tradición. En muchas comunidades, el tinte de índigo ha sido utilizado como colorante natural para teñir las prendas. El tinte de índigo, además de darle color a las prendas, tiene sus propiedades como repelente de insectos. Las prendas suelen estar bordadas con patrones con elementos naturales.
Los bereberes son los guardianes del desierto, encarnan una conexión profunda con la tierra. Su historia, arraigada a las dunas del desierto, sigue cautivando a muchos viajeros, que se adentran en el corazón del desierto marroquí en nuestros viajes BlackPepper.
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