Imprescindibles si viajas a La Habana.

¿Qué no puedes dejar de hacer si viajas a La Habana? Todo un recorrido a través de distintas experiencias para que vivas Cuba como siempre imaginaste.

Seguramente es fácil encontrar por internet cantidad de blogs de viajes que te recomiendan qué no perderte si visitas La Habana, y en esas listas de imprescindibles seguro que la mayoría te hablan de visitar el Museo de la Revolución o visitar el Capitolio, la plaza san Francisco de Asís, el castillo de los tres reyes del Morro, el Malecón, la Floridita, la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña… pero yo quiero hablarte de lo que no debes dejar de hacer si visitas LA HABANA. Y es que lo que me gustaría es que no viajes a Cuba, sino que sientas Cuba.

Un imprescindible, el atardecer desde el Malecón Habanero.

Date un paseo por este gran paseo de unos 8 km de largo mientras ves el atardecer sobre ese inmenso mar y escuchas de fondo a los músicos locales tocar desde algún rincón. Una escena casi mágica que te llenará de emoción.

Piérdete por La Habana vieja

Deambula sin sentido por sus calles, y déjate atrapar por esa atmósfera que nos lleva a pasear a través del tiempo, a épocas de un antiguo esplendor, con sus fachadas coloridas capaces de transmitir una bella decadencia. 

Disfruta con un rico plato de Ropa vieja en Doña Eutimia en la Vieja Habana

Sale recomendado en TripAdvisor y Lonely Planet como uno de los mejores lugares, y es que, Doá Eutimia no defrauda y combina como nadie los sabores de la cocina Cubana. Si es cierto que en ocasiones está demasiado lleno de gente y de turistas, aun así, no dejes de pasarte por allí, siéntate y atiborrarte de los sabores tradicionales de Cuba.

Tómate un Daikiri en La Floridita rodeados de fotos de Hemingway y Fidel Castro.

Sí, otro típico tópico de la Habana, pero es que hay que ir. A Erenest Hemingway le encantaba sentarse en este lugar y degustar su daiquiri sin azúcar de gran tamaño, 118 ml de ron blanco metidos en el vaso de una licuadora hasta arriba de hielo picado, con jugo de limón, pomelo y seis gotas de licor de cereza marrasquino. Se cuenta que una vez incluso llegó a beber 16 tragos dobles de una sentada, quizás por eso el daikiri se ha convertido en todo un clásico de esta coctelería. Así que, no olvides pasarte por la Floridita y disfrutar de su bebida más icónica.

Visita el capitolio

Construido en 1929, el Capitolio fue encargado por el presidente cubano Gerardo Machado para albergar la sede de las dos cámaras del Congreso. Para ello, el arquitecto Eugenio Raynieri Piedra se inspiraría en el Panteón de París, en Saint Paul Cathedral de Londres y, obviamente, en el Capitolio de Estados Unidos. Hoy el Capitolio se encuentra abierto al público y es uno de los centros turísticos más visitados de la ciudad, al ser el edificio más imponente de esta.

Date una vuelta por el mercadillo de la plaza de Armas

Esta plaza fue el corazón de la ciudad colonial durante mucho tiempo, donde hace casi medio milenio, se fundó la villa de San Cristóbal de la Habana. Puedes llegar hasta la Plaza recorriendo el Malecón desde el Prado, o por la avenida del Puerto.  

En ella encontramos El Templete, una pequeña y bella edificación que simula un templo grecorromano construido en 1828 para evocar la fundación de la villa. El Palacio de los Capitanes Generales se encuentra justo enfrente del Templete y actualmente es el Museo de la Ciudad. Otros edificios destacados son el Palacio del Segundo Cabo, La Casa de los Condes de Santovenia o El Museo de Historia Natural.

Pero si algo hace además especial este lugar es el mercado de libros, antigüedades y arte que se celebra a diario en este emblemático lugar.

Nada como un mojito en La Bodeguita del Medio

Si hay un lugar que seguro no te puedes perder en tu visita a La Habana este es la Bodeguita del Medio. Visitado por numerosos famosos, desde escritores a políticos, que han dejado su huella en el local a modo de fotos, objetos o grafitis en sus paredes, es la parada obligada para disfrutar del ambiente típico cubano, de su gastronomía, su música y como no, su mojito. Si Heminway se tomaba el Daikiri en la Floridita, el mojito debía ser en La Bodeguita.

Visita la Catedral de la Habana

Declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1982, la Catedral de la Habana se encuentra en la zona más antigua de la ciudad. Su construcción se inició en 1749 por la Orden de los Jesuitas, quienes la tuvieron que abandonar cuando fueron expulsados en 1767. De estilo barroco, un paseo por su interior es, sin duda, algo imprescindible en tu visita por la Habana.

Sácate una foto con el Che y con Camilo Cien Fuegos en la Plaza de la Revolución.

Este lugar no destaca por su belleza precisamente, pero sí por su significado. Esta plaza es una de las más grandes del mundo, con unos 72,000 m² y fue creada en tiempos de Fulgencio Cienfuegos, quien originalmente la llamó plaza Cívica. Pero su significado y fama internacional cambiaría a raíz de la Revolución Cubana.

Súbete en uno de sus Chevrolet descapotables que recorren la ciudad.

Estos preciosos coches americanos de los años 50 son quizás de las imágenes más icónicas de la ciudad, así que no pierdas la oportunidad de subirte en alguno de ellos y conducir por sus calles.

Sal una noche de fiesta y mueve tu cuerpo a ritmo de Salsa

No dejes la oportunidad de conocer la vida nocturna de esta ciudad y visitar alguno de sus mejores locales para marcarte un buen baile, algunos como la Fábrica de Arte Cubano además ofrecen eventos y conciertos con exposiciones y una atmósfera bohemia.

Y sobre todo, déjate llevar por su gente

Disfruta de su alegría, de su música, ritmo, de su amabilidad. Porque lo mejor de la Habana es sin duda su gente. Siéntate en cualquier rincón y escucha atenta sus historias, y así, realmente entenderás qué es Cuba.