Es difícil no sorprenderse con las riquezas naturales que ofrece la Isla de la Reunión.  Desde la majestuosidad de sus volcanes, imponentes picos, circos y acantilados que desafían la gravedad, hasta sus lagunas, playas vírgenes, y un mar que esconde verdaderas joyas marinas.

La Reunión es un territorio de ultramar francés, el cual tiene conexión de vuelos directos desde París. La moneda es el euro y no se necesitan vacunas obligatorias. Con unas cuantas horas de avión, llegas a un destino donde el exotismo de la cultura criolla de los amables reunioneses se mezcla con las facilidades occidentales.

Por supuesto y como buena isla tropical, en ella se puede disfrutar de playas kilométricas, con sus más de 200 km de costa, con un litoral salvaje y preservado.  En su costa oeste se encuentran las playas de arena blanca y las lagunas de verdes intensos. En el este y sur de la isla, es donde hay las playas de arena negra y las costas más salvajes. Ballenas, delfines, tiburones, tortugas y toda la fauna del mar abierto que atraviesa las costas de la isla.

Es un destino ideal para viajar de mayo a octubre, cuando la época seca y los meses de paso de las ballenas jorobadas confluyen, todo un espectáculo.

En el vasto océano Índico, donde las historias de piratas perduran, y los tiburones continúan siendo frecuentes visitantes. Las playas más propicias para disfrutar del baño, especialmente para actividades como el submarinismo o el snorkel, son aquellas que están resguardadas por una barrera de arrecife y una red protectora, destacándose lugares como Roches Noires o Boucan Canot.

En el interior de la isla, se esconde una gran sorpresa paisajística. La geología volcánica y la erosión han formado un relieve escarpado, espectacular e inaccesible, que alberga una flora y fauna únicas en el mundo, un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza. 

Un destino en el cual, el 40% de la isla está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco des del 2010.  

En la Isla Reunión es posible disfrutar del mar y de la montaña en un mismo día, sin tener que recorrer grandes distancias.