Líbano, el destino imperdible para los amantes de la historia antigua.

Con una fuerte herencia de la cultura y civilización fenicia, como demuestran algunas de sus poblaciones más destacadas: Sidón, Tiro y Biblos. El Líbano fue ocupado por diferentes imperios, y todos ellos dejaron su huella histórica. Sus impresionantes Templos y vestigios arqueológicos nos hablan de estas gloriosas épocas pasadas. 

Incluso, hoy en día, varias culturas y religiones conviven en el pequeño territorio del Líbano. Suníes, cristianos, chiíes, drusos, ortodoxos, protestantes y muchos más. Para intentar mantener cierto orden y estabilidad, la mitad de los miembros que forman el gobierno tienen que ser cristianos y la otra mitad musulmanes. Aun así, el país está haciendo frente a una crisis política y religiosa, a pesar de sus esfuerzos. 

Además de la historia y la cultura. El Líbano ofrece paisajes de grandes bosques de cedros milenarios y altas montañas, que dependiendo la época del año en la que visitemos el país, especialmente durante los meses de enero y febrero, las veremos totalmente blancas. Y de aquí proviene el nombre del Líbano, que significa blanco según una raíz semítica.

Por otro lado, y como buen destino Mediterráneo, la gastronomía del Líbano es exquisita y abundante. Los sabores, colores y aromas de la cocina libanesa también son una muestra de la diversidad cultural del país. Basada en ingredientes frescos y saludables; verduras, carnes y legumbres, que se adornan con hierbas frescas y aromáticas y aceite de oliva. Como buenos descendentes de fenicios y griegos, que les dejaron un legado de olivos y viñedos, de donde también extraen una pequeña producción de vino.

Sidón, Tiro y Biblos, las tres grandes metrópolis fenicias

Estas tres ciudades costeras, de tierra fértil y con una ubicación privilegiada, tocando el mar Mediterráneo, formaban parte de la que era la región fenicia, junto con otros territorios que hoy en día comprenden parte de Palestina y Siria. 
Los fenicios coexistieron en una época de grandes imperios que lo rodeaban, y muy conscientes de ello y sin ser una civilización guerrera, optaron para ser los grandes comerciantes y proveedores de productos y materias primas que necesitaban otros países poderosos. Con sus interminables bosques de cedros, vendían la madera a Egipto, que no tenía, y también construían elaboradas embarcaciones.
Grandes emperadores, como el importante faraón Tutmosis III, Alejandro Magno y el rey Salomón, son solo algunos de los nombres que exploraron, comercializaron, y pactaron con estas increíbles ciudades.

El bazar de Sidón, un laberinto de callejones empedrados, transporta a los viajeros a tiempo pasados mientras exploran sus tiendas repletas de telas vibrantes, especias aromáticas y artesanías locales. 
El Castillo del Mar o el Castillo de Sidón, del año 1228, majestuosamente situado junto a las oleadas del mar Mediterráneo, ofrece vistas panorámicas del horizonte marítimo. Las murallas de piedra narran historias de épocas fenicias y cruzadas, mientras que sus torres nos trasladan a tiempo vigilantes, en que desde allí podían controlar a otros pueblos que quisieran aproximarse a esta rica región. 

Más al sur, Tiro despliega sus ruinas fenicias y romanas con una majestuosidad que evoca sus días de grandeza. El Sitio Arqueológico de Tiro, declarado Patrimonio de la Humanidad, es un viaje a lo largo de los siglos, con columnas romanas que se levantan como testigos de civilizaciones que han dejado su huella en esta tierra. 

Biblos, es un viaje al pasado, se dice que es una de las ciudades más antiguas del mundo. Ha sido testigo del paso de múltiples civilizaciones a lo largo de los siglos. Desde los fenicios hasta romanos, persas, griegos... su historia se revela a través de templos, sarcófagos y el icónico Castillo construido en el siglo XII. Incluso Alejandro Magno reconoció su valor al conquistar esta fascinante ciudad. 
Esta joya se encuentra a tan solo 40 km de Beirut. Su nombre significa papiro en griego, de hecho, desde aquí se distribuía y comercializaba el papiro de Egipto, por toda el Mediterráneo. 
Dentro de su destacado papel en la historia, a Biblos se le atribuye la invención del primer alfabeto, encontrado en la tumba del Rey Ahiram, ahora exhibido en el Museo Nacional. Además, se afirma que en esta ciudad se hizo el descubrimiento de la púrpura. 

En Byblos hay muchos monumentos históricos importantes, entre ellos el yacimiento de Byblos que fue reconocido por ser uno de los pocos lugares en el mundo donde se pueden observar todos los periodos de la historia, confirmando por tanto, que es una de las ciudades más antiguas del mundo como comentábamos anteriormente. La Unesco le otorgó el distintivo de Patrimonio de la Humanidad en 1984. 
 
Déjate llevar por un viaje por la historia, con nuestra ruta de la Perla del Oriente Medio, para conocer estos grandes destinos, y muchas más sorpresas que te esperan en el Líbano.