Murchison Falls, una Aventura en el Delta del Nilo.

Desde BlackPepper siempre hemos pensado que en toda aventura debemos hacer vivir experiencias que os hagan sentir los lugares visitados, en crear momentos para recordar, no solo en una fotografía, sino dentro de nuestro corazón, en nuestro recuerdo. 

Dentro de nuestras rutas Explorer por Uganda, incorporamos una de esas experiencias, dormir en mitad del Delta del Nilo en el Murchison Falls National Park, rodeados por la naturaleza más salvaje de África, acampados en nuestras tiendas, un buen fuego y un ranger que vigilará atento durante toda la noche. 

Murchison Fall N.P. es el parque más antiguo y de mayor tamaño de Uganda, con algo más de 3.800 km². En él, el río Nilo ha creado una de las cascadas más impresionantes del Este de África, además de un Delta interior al desaguar sus aguas en el lago Alberto, frontera natural con la R.P. del Congo. Este delta ha permitido crear un edén ideal para la vida de las más de 76 especies de mamíferos, junto a unas 450 especies de aves. 

La aventura del día empieza con un safari por este bellísimo parque, rodeados de elefantes, jirafas y miles de ugandan Kobs que se acercan hasta el delta para beber. Pero la verdadera magia está reservada para la noche, cuando el sol se retira y el escenario se ilumina por el resplandor de las últimas luces del día. Las estrellas empiezan a hacer acto de presencia, y la luz de la fogata que nuestro equipo ha prendido en mitad del campamento, deja entrever las siluetas de nuestras tiendas de campaña. Es en ese momento donde uno se da cuenta de dónde va a pasar la noche y de ese privilegio que supone dormir rodeados solo por los sonidos inconfundibles de la vida salvaje africana. 

El ranger del parque, nuestro guardián nocturno, nos da la bienvenida, junto con todo nuestro equipo de cocina, que ya lleva un rato preparándonos la cena, y haciendo posible dormir en mitad de la nada. Con historias cautivadoras sobre la vida salvaje y la emoción palpable por dormir en el corazón seguro de la belleza africana, nos vamos situando en el campamento mientras no dejamos de admirar el lugar en el que estamos. 

El fuego ya hace un rato que baila en la oscuridad, las sillas están preparadas a su alrededor y nos reunimos atrapados por las llamas, que han creado una atmósfera acogedora mientras compartíamos las emociones del día de safari. Risas, asombro y la conexión con la naturaleza han tejido el tapiz de nuestras conversaciones, todo mientras oímos de fondo a los primeros hipopótamos salir del agua en busca de alimento. 

La cena está lista, nuestro equipo de cocina nos sorprende siempre con una riquísima sopa, y una cena donde los sabores africanos se mezclan con otros mucho más próximos a nosotros y que nos hacen vivir una experiencia inolvidable bajo el cielo estrellado africano. 

La noche avanza, y el cielo se transforma en un espectáculo celestial. A lo lejos ya se pueden ver las pequeñas luces de los pescadores que han salido en sus barcas en busca de los “silver fish” unos pequeños pececitos que solo se pescan en las noches oscuras y bajo la luz de unos farolillos que se dejan flotar en el agua, y que a nosotros nos parecen estrellas titilantes, constelaciones desconocidas que solo hacen que proporcionar más magia a esa noche.  

Llega la hora de ir a dormir, al día siguiente nos espera un safari por el parque muy temprano, así que hay que dirigirse hacia las tiendas de campaña, y es al cerrar la cremallera cuando empiezan a oírse a lo lejos hienas e incluso se intuye algún rugido. ¿Será un león? 

Con el ranger vigilando nuestra seguridad, lo mejor es dejarse llevar por el sueño, arrullado por los sonidos de la naturaleza, soñando en el privilegio de dormir en uno de los rincones más salvajes de África, cerrando así capítulo inolvidable.