Isla Mauricio, cruce de culturas.

La esencia de la Isla Mauricio es africana, pero su pasado colonial, de portugueses, holandeses, franceses e ingleses que llegaron a la Isla, así como también chinos, indios y árabes, ha representado una convergencia de influencias que se han entrelazado con la cultura autóctona, dando fruto a la cultura criolla.

Toda esta mezcla de culturas se traslada también en varias religiones que se practican en la isla: cristianismo, hinduismo, budismo, islamismo y otras religiones del mundo conviven creando un mosaico cultural único con iglesias, mezquitas y templos.
El arte, como la música y la danza de Mauricio, también es una fusión de todas estas procedencias: Séga, Reggae y Seggae son los estilos más típicos.

El Séga representa la esencia africana, era expresado por los esclavos africanos alejados de casa, reflejando su dolor, aunque actualmente es una música animada y alegre que representa el carácter de su gente. Los sonidos emergen del ravanne (tambor tradicional), un triángulo y el maravane (caja llena de semillas), aunque actualmente también existen grupos modernos que utilizan instrumentos como la guitarra, la batería, etc.

El Seggae es una fusión de dos géneros principales: el reggae, originario de Jamaica, y el sega, que es el género musical tradicional de la Isla Mauricio. Las letras de las canciones de Seggae a menudo abordan temas sociales y políticos. Los artistas utilizan la música como medio para expresar opiniones sobre cuestiones como la igualdad, la justicia social, la lucha contra la pobreza y otros problemas que afectan a la sociedad.

La gastronomía de Mauricio también es una representación de todas estas culturas existentes. 
Los ingredientes básicos y las técnicas de cocina africanas están presentes en muchos platos mauricianos. El uso de hierbas y especias, como el cardamomo, el clavo y la canela, así como la preparación de guisos y estofados, reflejan estas influencias.
El pan recién horneado, los quesos, y las salsas son elementos que se han integrado del pasado de los colonizadores europeos en la cocina de la isla.

La comunidad china e india ha contribuido significativamente a la gastronomía mauriciana. Platos como el bol renversé (un plato con base de arroz acompañado de carne, verduras y huevo, todo servido en un bol y volteado sobre un plato) y el briani (un plato de arroz especiado con carne o pescado) son ejemplos de esta influencia.
El curry es un componente esencial de la cocina mauriciana, y el famoso dholl puri (una especie de pan plano relleno de lentejas) es un ejemplo clásico de la fusión de sabores y texturas.

La influencia de la cultura creole se destaca en la comida callejera mauriciana. Puestos de comida ofrecen una variedad de bocadillos y platos rápidos, como samosas, bouchons (bolas de masa rellenas) y faratas (panqueques).

Sin olvidar, el toque tropical de la isla, con varias frutas exóticas, como los mangos, cocos, lichis, y piñas.

Si te gustan los destinos versátiles, Isla Mauricio es tu destino, no solo puedes disfrutar de sus bellas e increíbles playas paradisíacas, sino que puedes combinar estos momentos de relajación, simplemente bañándote en sus aguas cristalinas o explorando sus fondos marinos, con visitas culturales a lugares y monumentos que cada uno de ellos te trasladan a un tiempo y a una cultura distinta. Es increíble como, sin moverte de sitio, podrás conocer y explorar tantas culturas, como si hubieras recorrido distintos países. Aquí te nombramos algunos de los lugares más significativos, que no te puedes perder:

Aapravasi Ghat: Desde 1834 hasta 1920, el Gobierno británico desplazó aproximadamente medio millón de "trabajadores contratados" que llegaron a Aapravasi Ghat desde la India. Su destino principal era trabajar en las plantaciones de caña de azúcar de Mauricio, aunque también fueron trasladados a la isla de la Reunión, África Meridional y Oriental, así como al Caribe. Los edificios de Aapravasi Ghat representan uno de los primeros testimonios tangibles de lo que eventualmente se convertiría en un sistema económico de alcance internacional, desencadenando uno de los mayores desplazamientos migratorios en la historia de la humanidad.

La Citadelle o Fort Adelaide: Es una fortaleza que se encuentra en Port Louis y fue construida por los británicos en el siglo XIX. Ofrece vistas panorámicas de la ciudad y es un recordatorio de la presencia europea en la isla.

Tierra de los siete colores: Cerca de la Cascada de Chamarel, se encuentra una formación volcánica de origen basáltico, con una fusión de minerales; aluminio, zinc, cobre, hierro y otros, que provocan unos colores ocres, anaranjados, dorados, violetas. Una extraña combinación de colores que además permanece intacta, incluso ante fuertes lluvias.

La iglesia de Notre Dame Auxiliatrice en Cap Malheureux: Es un icono que representa la influencia francesa en la isla. La iglesia, con su techo rojo distintivo, se ha convertido en una imagen icónica de Mauricio.

Eureka House: Esta mansión colonial francesa en Moka refleja la arquitectura y el estilo de vida de la época colonial. Durante un período, la Mansión Eureka fue utilizada con fines agrícolas, especialmente para el cultivo de caña de azúcar. La casa está llena de antigüedades y fotografías de la época. También la rodea un colorido jardín rodeado de cascadas del río Moka.

Mezquita Jummah Masjid: Situada en Port Louis, esta mezquita es un importante lugar de culto para la comunidad musulmana y representa la herencia árabe e islámica en Mauricio. Es una de las mezquitas más antiguas de la isla.

Ganga Talao o Grand Bassin: Es un lago sagrado rodeado de templos hindúes. Este lugar es importante para la comunidad hindú y refleja la influencia india en la isla.

Champ de Mars: Es el hipódromo más antiguo del hemisferio sur y refleja la influencia británica en Mauricio durante la época colonial.

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